Período de ejecución: octubre 2013 – septiembre 2017
Venezuela es por excelencia un país productor y consumidor de maíz. La harina precocida de maíz es la primera fuente de calorías y la tercera de proteínas de la dieta del venezolano. Debido al aumento de la población, al patrón de consumo y, en los últimos años, a la disminución en las importaciones de este rubro, la demanda de maíz se ha incrementado a niveles que no son satisfechos por la producción nacional. Para satisfacer esta demanda, se requiere incrementar el rendimiento por hectárea del cultivo y mejorar la calidad final del grano con el fin de contribuir con la sostenibilidad del circuito maicero venezolano a través de: 1) El aumento de los márgenes de ganancias de los componentes; 2) La disminución de pérdidas a nivel de campo e industria y 3) Contribuir con la seguridad alimentaria de los venezolanos. Fundación Danac realiza actividades de investigación y de mejoramiento genético desde 1986 generando híbridos y variedades de maíz adaptadas a los requerimientos del circuito agroalimentario de Venezuela. El objeto del presente subproyecto es obtener híbridos y variedades de maíz de alto desempeño que satisfagan las necesidades del circuito maicero venezolano utilizando una metodología acorde con los estándares del mejoramiento genético de cultivos. Durante cuatro años de ejecución se pretende: 1) Obtener híbridos de maíz de color blanco y amarillo de alto rendimiento y calidad; 2) Realizar selección recurrente en poblaciones de maíz y 3) Incorporar el sistema de androesterilidad para facilitar la obtención de semilla de alta calidad y pureza varietal de los híbridos mejorados. Los productos obtenidos permitirán aumentar la oferta tecnológica de cultivares de maíz mejorados en las condiciones agroecológicas de Venezuela y con ello contribuir a la soberanía tecnológica en un cultivo de importancia estratégica para la alimentación del Venezolano.
Venezuela es por excelencia un país productor y consumidor de maíz. Las estadísticas indican que el consumo para el 2010 era superior a los 40Kg. per capita año-1 (INN, 2010), además de ser el cultivo de mayor superficie sembrada en el país con un total de 691.498 ha y un rendimiento promedio de 3,56 ton ha–1 (Fedeagro, 2013). Cerca de 2,5 millones de toneladas de maíz son procesadas anualmente para la producción de harina precocida para consumo humano, alimentos balanceados para animales y otros usos industriales. El venezolano promedio consumió para el año 2010 cerca de 37Kg de harina precocida de maíz per capita por año, lo que la convierte en la primera fuente de calorías del venezolano con un 14,5% de las calorías totales y la segunda fuente de proteínas con un 10,4% (INN, 2007).
En cuanto al tipo de cultivares usados en Venezuela existe un uso intensivo de híbridos de tipo convencional, con un 88% aproximadamente. El otro 12% es cubierto por variedades de polinización libre o VPL (Pingali, 2001). La heterosis o vigor híbrido es la diferencia existente en el desarrollo de una progenie con respecto a sus padres (Shull, 1908). Este concepto desarrollado hace mas de un siglo es una de las contribuciones prácticas más significativas de la genética a la agricultura y es usada como la mejor opción en el desarrollo de cultivares mejorados de varias especies alógamas como: maíz, sorgo, girasol y otros (Duvick, 1999; Hallauer, 1999).
A pesar de que su uso es limitado, las variedades de polinización libre (VPL) son un nicho poco atendido en Venezuela. Con frecuencia se libera como VPL un compuesto recombinado de una población avanzada por selección recurrente o de un grupo de líneas. Generar VPL mejoradas es más fácil que crear híbridos, debido a que la producción de semilla de VPL es más sencilla y economica; además, los agricultores de subsistencia que las cultivan pueden guardar su propia semilla para la siembra del siguiente ciclo, reduciendo así su dependencia de fuentes externas de semilla (CIMMYT, 1999).
Fundación Danac se perfila como una institución de vanguardia en el mejoramiento de maíz y en la obtención, mantenimiento y producción de semillas (artesanal y convencional) de híbridos y VPL. Posee 20 años de experiencia en la investigación de este rubro y vinculación con asociaciones de agricultores, productores de semilla y otras instituciones clave para atender la demanda de un sector de agricultores que reconocen las bondades de los cultivares mejorados de maíz. Durante este tiempo, Fundación Danac ha liberado más de 22 cultivares, entre híbridos y VPL mejorados, varios de los cuales son hoy día cultivados por agricultores en todo el país. Las tecnologías obtenidas por Fundación Danac en maíz permiten el desarrollo de una agroindustria nacional de semillas, así como ofrecen a agricultores organizados en cooperativas de producción de semilla la posibilidad de autosostenerse, evitando la dependencia de semillas importadas, generalmente más costosas y muchas veces poco adaptadas para sus sistemas de producción.
Con base a los resultados de los Ensayos de Validación Agronómica (EVA), realizados por el Servicio Nacional de Semillas (SENASEM), se estima que los híbridos mejorados de Danac han incrementado en forma interanual su rendimiento de grano a razón de 132,5 Kg ha-1 año-1, mientras que para las VPL el incremento ha sido de 89 Kg ha-1 año-1. Además, se ha logrado mejoras en la dureza de los granos, característica de gran importancia para la industria de harina precocida, así como se ha logrado mejoras en aspectos agronómicos como el acame de las plantas, la cobertura de la mazorca, la resistencia a patógenos como Rhizoctonia solani, Aspergillus flavus y Fusarium moniliforme. Luego de un continuo proceso de mejoramiento, el germoplasma que dispone hoy día Fundación Danac posee un cúmulo de características de adaptación a los sistemas de producción en Venezuela. Se espera, mediante mejoramiento genético, obtener mejores híbridos y variedades que serán liberados en los próximos años. De esta manera, Fundación Danac continuará ofreciendo alternativas tecnológicas para los agricultores de Venezuela contribuyendo así a la soberanía tecnológica y agroalimentaria del país.
Obtener cultivares mejorados de maíz de alto rendimiento y calidad de grano que satisfagan los requerimientos del circuito agroalimentario de Venezuela y contribuir así con la seguridad agroalimentaria.